jueves, 13 de noviembre de 2014

“Nadie es más responsable que el presidente”, afirma Francisco Goldman, en un nuevo artículo sobre México. “El pequeño hombre de Los Pinos”, dice Solalinde de Peña Nieto en charla con el corresponsal de “New Yorker”.



Por Sergio Martínez Espitia


“Nadie es más responsable que el presidente”, dice Francisco Goldman, corresponsal en México de la revista “The New Yorker”, en su último artículo del 12 de Noviembre, tras afirmar que “los mexicanos saben… que el asesinato de los 43 estudiantes es una muestra de la corrupción política y la impunidad que han sido el tormento del país por años”.

El periodista, quien en un trabajo anterior dijo que en México era el momento de una revolución, explica que el país se ha convertido en “la tierra de las ‘narco-tumbas’ porque nadie en una posición de autoridad, incluido el presidente, intenta detener esta situación. Y en última instancia –dice-, nadie es más responsable que el presidente y su gobierno”.

F. Goldman hace referencia a las movilizaciones ocurridas en gran parte del territorio mexicano donde “las demandas por la renuncia de Peña Nieto se expanden y aumentan de tono. A él le quedan 4 años en su puesto, y no parece que voluntariamente lo vaya a dejar”, afirma.

“El pequeño hombre de Los Pinos”

El periodista menciona que la presidencia de México con frecuencia es descrita como un “performance” (una actuación) con que Peña Nieto “se vendió asimismo como un neoliberal modernizador”.

Al respecto, el padre Alejandro Solalinde, activista de los derechos del migrante, en una entrevista con F. Goldman publicada en el mismo artículo, afirma que el “performance” de Peña Nieto en realidad sirvió para incitar la “impunidad masiva”.

Sin embargo, Solalinde señala que la imagen del gran reformador sucumbió en el encuentro con los padres de los normalistas desaparecidos. “Ellos descubrieron que nuestro presidente es pequeño. El pequeño hombre de Los Pinos, pequeño y débil”.

Pero este “performance” –dice el sacerdote- es sólo una máscara que sirve para encubrir algo más grave. “El gobierno es un monstruo con máscara, y detrás de la máscara se halla este pequeño hombre. Tú has estado negociando con una máscara, eso le dije al Embajador de Estados Unidos cuando me telefoneó”.   

“El mito del gobierno fuerte está cayendo”

Al igual que muchos otros, Solalinde considera que la tragedia de Ayotzinapa es un momento de transformación para México, porque "los paradigmas están cayendo y estos cambios impulsan nuevas prácticas de la sociedad civil".

“El mito del gobierno fuerte está cayendo. La gente ve que nuestro sistema es corrupto, decadente, débil, y está perdiendo el miedo de describir las cosas como son”, afirma el sacerdote en la entrevista.

Y si Solalinde piensa que los eventos de Ayotzinapa trajeron una regeneración de la sociedad civil, otros predicen que las protestas pronto “llenarán las calles de México para demandar un cambio real”, mientras que algunos apuntan a la cláusula constitucional que orillaría al presidente a dejar el cargo, explica el corresponsal.

El propio Goldman ve en las elecciones del próximo año una oportunidad de cambiar a México, “a través de la desobediencia civil y del voto”. “El sábado (el día que por segunda vez los normalistas atacaron el Palacio de Guerrero) un joven de la escuela de Ayotzinapa dijo a un reportero que ‘esto apenas comenzaba’. Quizá tenga razón”, finaliza el artículo.

lunes, 10 de noviembre de 2014

De forma inusual y sorpresiva, la cadena Univisión, socio de televisa, arremetió contra Peña Nieto en uno de sus programas de mayor audiencia en Estados Unidos.



Por Sergio Martínez Espitia

En una inusual entrada del programa El Gordo y La Flaca, de la cadena UNIVISIÓN, la compañía de medios de hablahispana de mayor audiencia en Estados Unidos, los conductores Lili Estefan y Raúl de Molina ("El Gordo") se refirieron en un tono crítico y hasta burlón al hecho de que el presidente Enrique Peña Nieto se hallara de viaje a China en medio del "escándalo desatado en las redes sociales" por el fuego prendido a la puerta de Palacio Nacional (el sábado por la noche, después de una manifestación pacífica en el Zócalo) y la revelación de "una periodista mexicana" (Carmen Aristegui) de la existencia de una casa propiedad del presidente valuada en 86 millones de pesos.

Los conductores fueron enfáticos al señalar que en el fondo de esta situación se encuentra el caso irresuelto de los 43 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa.

El tono dado al asunto llama la atención debido a que UNIVISIÓN, la televisora de hablahispana más importante de Estados Unidos, tiene entre sus socios más destacados a Grupo Televisa, empresa ligada política y económicamente a la presidencia de la República.

Hace más de una semana, en el noticiero conducido por Jorge Ramos, otro programa de la cadena, Eugenio Derbez, uno de los actores más relevantes de Televisa, fue cuestionado sobre los hechos de Ayotzinapa.

Derbez, en un desplante poco visto en los actores de esta empresa, señaló que detrás de la matanza de estudiantes estaba el gobierno en sus tres niveles, además de que -dijo- dolía tener a un presidente que no podía "controlar la situación".

HABRÁ QUE ESTAR MUY AL PENDIENTE DEL NOTICIERO DE LÓPEZ DÓRIGA. Es posible que Televisa, ante el estrepitoso declive de su otrora candidato presidencial, comience a jugar sus fichas en contra del mismo, ya sea en un intento por aprovecharse de la situación y conseguir cierta legitimidad ante la audiencia o para ejercer una mayor presión sobre el Gobierno Federal en la búsqueda de alguna solución drástica del conflicto.

viernes, 31 de octubre de 2014

“ES AHORA O NUNCA”, DICE FRANCISCO GOLDMAN, PERIODISTA DEL “NEW YORKER”, SOBRE UNA POSIBLE REVOLUCIÓN EN EL PAÍS.



Por Sergio Martínez Espitia

En su artículo más reciente, titulado “Crisis en México: ¿podrían 43 estudiantes desaparecidos provocar una revolución?”, Francisco Goldman, periodista de New Yorker, una de las revistas más influyentes de Estados Unidos, analiza la posibilidad de que la nueva situación política y social en México, a raíz de la desaparición de los 43 normalistas de Guerrero, contenga los elementos necesarios para crear un movimiento que transforme radicalmente al país.

Goldman señala como indicio para pensar en ello la gran movilización encabezada por los estudiantes y los organismos civiles que ha puesto en jaque a un sistema político hundido en la corrupción y la complicidad con el crimen organizado.

“Es ahora o nunca”, dice el periodista, al referir las palabras que sus amigos mexicanos emplean para explicar la importancia del momento.

“Los mexicanos ahora tienen una nueva oportunidad para reinventar la política de su país. Ahora es el tiempo para nuevos líderes y aún para nuevos partidos que emerjan de los movimientos civiles y fuera de la desacreditada clase política. Lo que muchos mexicanos me han dicho es esto: es ahora o nunca”, afirma el articulista.

Goldman señala los próximos 31 de octubre y 5 de noviembre como fechas clave para las protestas por Ayotzinapa, cuando se realizará una nueva marcha en la ciudad de México y un llamado a un paro nacional por parte de las universidades, respectivamente.

El corresponsal de New Yorker señala que los sucesos de Guerrero descubrieron la conexión del crimen organizado desde el nivel local hasta la élite política nacional. Asimismo, señala que este “particular crimen” pone ante "nuestros ojos" la realidad de que lo peor puede ser consumado en contra de los más pobres.

Advierte que la sociedad tendrá que reaccionar ante el hecho de que los estudiantes permanecerán fuera de clases mientras sus demandas sigan vigentes. Ante esta situación de “emergencia”, “el país debe preguntarse cómo hacer que los muchachos regresen a clases”, dice Goldman.

Sin embargo, el periodista admite que la situación del país está más allá de lograr que los jóvenes se reintegren a sus actividades. “Es posible que el camino para la solución de los problemas de México necesite ser muy drástico”, sentencia.