Por
Sergio Martínez Espitia
En
su artículo más reciente, titulado “Crisis en México: ¿podrían 43 estudiantes
desaparecidos provocar una revolución?”, Francisco Goldman, periodista de New
Yorker, una de las revistas más influyentes de Estados Unidos, analiza la
posibilidad de que la nueva situación política y social en México, a raíz de la
desaparición de los 43 normalistas de Guerrero, contenga los elementos
necesarios para crear un movimiento que transforme radicalmente al país.
Goldman
señala como indicio para pensar en ello la gran movilización encabezada por los
estudiantes y los organismos civiles que ha puesto en jaque a un sistema
político hundido en la corrupción y la complicidad con el crimen organizado.
“Es
ahora o nunca”, dice el periodista, al referir las palabras que sus amigos
mexicanos emplean para explicar la importancia del momento.
“Los
mexicanos ahora tienen una nueva oportunidad para reinventar la política de su
país. Ahora es el tiempo para nuevos líderes y aún para nuevos partidos que
emerjan de los movimientos civiles y fuera de la desacreditada clase política.
Lo que muchos mexicanos me han dicho es esto: es ahora o nunca”, afirma el
articulista.
Goldman
señala los próximos 31 de octubre y 5 de noviembre como fechas clave para las protestas por Ayotzinapa, cuando se realizará una nueva marcha en la ciudad de México y
un llamado a un paro nacional por parte de las universidades, respectivamente.
El
corresponsal de New Yorker señala que los sucesos de Guerrero descubrieron
la conexión del crimen organizado desde el nivel local hasta la élite
política nacional. Asimismo, señala que este “particular crimen” pone ante
"nuestros ojos" la realidad de que lo peor puede ser consumado en contra de los
más pobres.
Advierte
que la sociedad tendrá que reaccionar ante el hecho de que los estudiantes
permanecerán fuera de clases mientras sus demandas sigan vigentes. Ante esta
situación de “emergencia”, “el país debe preguntarse cómo hacer que los
muchachos regresen a clases”, dice Goldman.
Sin embargo, el periodista admite que la situación del país está más
allá de lograr que los jóvenes se reintegren a sus actividades. “Es posible que
el camino para la solución de los problemas de México necesite ser muy
drástico”, sentencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario